10.1. Generar estándares claros sobre la buena docencia y acreditar instancias de formación y desarrollo profesional docente
PRINCIPALES MEDIDAS
a) Activar, en el marco del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Calidad Educativa (SINEACE), una institución nacional de acreditación técnicamente solvente, administrativamente autónoma y descentralizada que acredite a las instituciones y programas de formación docente inicial y en servicio, basada en estándares de calidad de formación docente y gestión institucional, y en un sistema eficiente y transparente de evaluación. Los estándares considerarán la formación humanística, científica y tecnológica y competencias en las dimensiones cultural y productiva congruentes con las necesidades de la globalización. Deben estar referidos también a profesionales no docentes que laboran en el sector.
b) Evaluación periódica de las instituciones que brindan formación inicial sobre la base de los estándares de calidad establecidos para racionalizar su número y convertir a algunas en centros de formación en servicio.
c) Rendición pública de cuentas de la institución de acreditación sobre los resultados de las evaluaciones efectuadas, informando adecuadamente a todos los niveles de gestión y a la sociedad para contribuir a mejorar la toma de decisiones y proponiendo estrategias a la luz de las dificultades o carencias identificadas.
d) Los profesionales no docentes deben ser capacitados de acuerdo al área y función en que se desempeñen, a través de mecanismos para su inclusión en los beneficios de una carrera pública: remuneración, escalafón, etc.
e) Exigencia de la acreditación como requisito para otorgar títulos profesionales en Educación y para acceder a fondos de estímulo a la innovación o contratos del Estado así como a bonificaciones económicas.
f) Especialización en educación rural como opción de carrera profesional o postgrado acompañada de mecanismos de certificación para acceder a los centros educativos que requieren sus servicios y, por tanto, para acceder a las bonificaciones que se asignen.
a) Activar, en el marco del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Calidad Educativa (SINEACE), una institución nacional de acreditación técnicamente solvente, administrativamente autónoma y descentralizada que acredite a las instituciones y programas de formación docente inicial y en servicio, basada en estándares de calidad de formación docente y gestión institucional, y en un sistema eficiente y transparente de evaluación. Los estándares considerarán la formación humanística, científica y tecnológica y competencias en las dimensiones cultural y productiva congruentes con las necesidades de la globalización. Deben estar referidos también a profesionales no docentes que laboran en el sector.
b) Evaluación periódica de las instituciones que brindan formación inicial sobre la base de los estándares de calidad establecidos para racionalizar su número y convertir a algunas en centros de formación en servicio.
c) Rendición pública de cuentas de la institución de acreditación sobre los resultados de las evaluaciones efectuadas, informando adecuadamente a todos los niveles de gestión y a la sociedad para contribuir a mejorar la toma de decisiones y proponiendo estrategias a la luz de las dificultades o carencias identificadas.
d) Los profesionales no docentes deben ser capacitados de acuerdo al área y función en que se desempeñen, a través de mecanismos para su inclusión en los beneficios de una carrera pública: remuneración, escalafón, etc.
e) Exigencia de la acreditación como requisito para otorgar títulos profesionales en Educación y para acceder a fondos de estímulo a la innovación o contratos del Estado así como a bonificaciones económicas.
f) Especialización en educación rural como opción de carrera profesional o postgrado acompañada de mecanismos de certificación para acceder a los centros educativos que requieren sus servicios y, por tanto, para acceder a las bonificaciones que se asignen.